Jaipur

Camino de Jaipur paramos a visitar la ciudad amurallada de Fatehpur Sikri. Hacía un sol de justicia y el calor estaba haciendo mella en nuestros cuerpos.
De Agra a Jaipur hay unos 250 kms por lo que si aplicamos una regla de tres, las horas de viaje se multiplican. Paciencia, Ipod y a disfrutar del paisaje!




En " La Ciudad Rosa " pasamos la mayor parte de nuestro tiempo y nos permitió campar un poco más a nuestras anchas.
Con la maleta literalmente " a petar " y mochilas supletorias me decidí a hacer un recuento de las reliquias que me habían estado " endosando ". Dos elefantes de cerámica rotos, una serpiente de madera que me asustaba cada vez que me disponía a abrir la maleta y una colección de collares y pulseras que ni el almacén de la Tous. Así que.... decidí dejar de comprar chorradas y los 10 kgs de peso de los abalorios los repartí entra la mochila y mi cuerpo por lo que mi look habitual se había convertido en una extraña combinación entre Shakira y Mister T.
Durante la estancia aprovechamos para repetir nuestra experiencia bollywood en uno de los cines más importantes de la india, el Raj Mandir. Las pelis en hindi, por supuesto, pero con el dramatismo de las interpretaciones te acababas enterando más o menos de la historia.




Aquí ya nos movimos con rickshaws que son como los ciclos pero con motor. No se si alguien habrá visto recientemente la película Viaje a Darjeeling. En las primeras secuencias se ve a un taxista en la India llevando a Bill Murray en el que puede apreciarse la manera de conducir de los nativos. Pues la realidad supera con creces a la ficción!!...yo encontré la carrera hasta light.
Y si ya disfruté con los ciclos......con los rickshaws me lo pasé como una enana!!. No podía llorar más de la risa!!



Otro día nos dispusimos a probar el taxi. Necesitaremos 2 taxis puesto que somos 7 personas.....Qué vaaaa! Con uno nos apañamos...nos dice el taxista con su Fiat Uno!!. Yo iba sentada en el asiento delantero encima de un compañero al que le aconsejó que se pusiera el cinturón por si nos paraba la policía. Por lo visto, a mi, que iba con la cabeza empotrada en el cristal delantero no me hacía falta!
Una vez allí realizamos varias excursiones. Nos acercamos a la Fortaleza de Amber a la que subimos a lomos de un elefante ( había que probarlo ) y realizamos posteriormente el descenso en 4x4. Ya comenté que apenas encontramos turistas en nuestro trayecto y al parecer fuimos el centro de atención ya que familias oriundas del país que estaban de visita sólo hacían que pedirnos que nos fotografiáramos con ellos.

También estuvimos en el Palacio de la Ciudad, el Observatorio Jantar Mantar, el Palacio de los Vientos y el Palacio de Samode.
Jaipur fue, como ciudad, la que más me gustó de todo el viaje. La belleza y el colorido de sus edificios es impresionante.
Tocaba acabar con las compras, pero, a estas alturas pocas ganas me quedaban. No creo que el regateo sea mi fuerte y me agobiaba bastante tener que tirarme una hora precio arriba precio abajo hasta para comprarte unos kleenex. Me sentía como el protagonista de la vida de Brian!!